refugiados

refugiados en el jardín de invierno
el sol humedo y rojizo se desliza
entre plantas que contemplan todo
un inmenso lago artidicial
tan calmo que al decir lo prohibido
el agua forma círculos concéntricos
que se expenden y contraen
naciendo desde la punta de la lengua
propagándose hasta el borde 
y retornando a su centro
una y otra vez se expande y contrae 
no hay tiempo ni distancia
solo ecos invernales